El cambio superestructural.

Partamos de que una formación social, existente en un determinado momento histórico y un lugar espacial, consta de una estructura económica donde las relaciones de producción social crean las bases para la supervivencia-reproducción y de una construcción de formas de consciencia social.

,,[...]en la producción social de su existencia, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.``1
A través de este proceso, un determinado grupo de personas se relaciona a partir del proceso de producción de bienes y establece vínculos entre ellos de toda índole. Es claro que no es lo mismo una sociedad capitalista contemporánea que una sociedad tribal precolombina, donde las fuerzas productivas no se encontraban desarrolladas a la magnitud actual y se hayan en una ,,fase incipiente de la producción en que un pueblo vive de la caza y la pesca, de la ganadería o, a lo sumo, de la agricultura.``2

Pero queda abierta la pregunta. ¿Las ideas, religiones, formaciones políticas, filosóficas, etc... que pertenecen al ,,espíritu humano`` pueden ser entendidas en el marco del proceso histórico de transformación de las fuerzas productivas? Retomando a Marx, entendemos que

,,El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social.``3
Diversas posiciones consideran esta concepción como parte de una forma mecánica de aceptación del sistema de ideas, donde la economía va a dictar la forma de la superestructura. Sin embargo, una explicación distinta del desarrollo histórico de las formas de conciencia social no es entendible, sin partir de que las ideas y su historia forman su propio devenir discursivo como lo plantea Foucault, en una lucha entre lo nuevo que son formulaciones valorizadas, poco numerosas que aparecen por primera vez y lo viejo, que son cotidianas, triviales y masivas.4 Sin embargo, partiendo de una vida autónoma de las ideas, no podremos explicar el desarrollo sincrónico que tienen éstas con los cambios en la vida material de las personas. Los pueblos originarios que se encontraban en el actual Estados Unidos, tuvieron un desarrollo de las fuerzas productivas distinto al de los invasores europeos. Podemos ver la contradicción entre las dos superestructuras en una frase atribuida a Tecumseh:
Usted tiene la libertad para retornar a su propio país... usted desea impedir que los indios hagan lo que nosotros deseamos, unirse y considerar sus tierras una propiedad común para todos... Usted nunca verá un esfuerzo indio para hacer que la gente blanca haga eso...5
Las naciones europeas, - expandidas en territorio americano en proceso de transformación interna, avanzando hacia un nuevo modo de producción, el capitalista - tenían profundamente arraigada la concepción de la propiedad privada, que correspondía a su vida cotidiana de producción. Sin embargo, las tribus Shawnee, Lenape, Miami, Pottawatomie, Kickapoo, Fox y Sauk entre otras pertenecientes a la confederación, aún en un sistema de ``propiedad tribal'', tenían un entendimiento concreto acerca del mundo, y su correcto entendimiento acorde a sus relaciones comunales sobre la tierra. ``La conciencia [das Bewusstsein] jamás puede ser otra cosa que el ser consciente [das bewusste Sein], y el ser de los hombres es su proceso de vida real.''6

A través del proceso de conquista de los territorios tribales, el hacinamiento de estos en reservaciones bajo el dominio militar y político de Estado norteamericano, podemos observar dos fenómenos importantes: la reducción del territorio que impide la actividad de caza y recolección obliga a los antiguos pueblos nómadas o semi-nómadas a adoptar nuevas formas de subsistencia como la agricultura y la ganadería; y por otro lado la imposición de las ideas de las clases dominantes del colonizador, visto en escuelas, misiones, y otros programas, lleva a un drástico cambio de la formación superestructural de las tribus. Podemos ver la primera manifestación de este fenómeno en las ``tribus civilizadas'', que intentaron adaptar sus formaciones tradicionales a las nuevas. Empero incluso en las tribus y pueblos que no se sometieron al régimen impuesto, vieron transformada su base económica integrados al mercado capitalista, atacando a las propiedades privadas de los colonos, e incluso utilizando formas económicas ajenas como formas del sistema esclavista. El ``poder espiritual dominante'', que logró ejercer Estados Unidos contra las naciones oprimidas no llegó a concretarse de un modo rápido. Cierta resistencia de las viejas formaciones sociales, y sus propios rasgos culturales, fueron retrasando y particularizando la transformación de la superestructura.

En un primer momento, los pueblos y tribus, se vieron obligados a entrar al sistema desde la parte del proletariado, en muchas ocasiones proletariado agrícola o jornalero. Esto trajo consigo, en cierto modo, un cambio radical, en todas las esferas de la vida tradicional con problemas sociales, como alcoholismo, drogadicción y delincuencia.

A partir de la introducción de casinos a las reservaciones indígenas, el aspecto cambió. Generando la existencia de una cierta clase social dentro de la tribu o incluso una elevación de toda la tribu a las clase burguesa.

Es muy importante comprender la nueva composición de clase que tienen, las tribus, y sobre todo, la nueva superestructura que se está formando. La frontera entre las ,,naciones`` originarias con Estados Unidos parece haber sido disuelta, permitiendo a las tribus entrar en una condición privilegiada al mercado capitalista mediante el monopolio (en algunos estados) de la industria del juego. Por lo tanto intentaremos hacer un estudio de esta transformación y su significación.

Tomando como referencia ejemplos del desarrollo capitalista en diversas zonas del mundo, podemos darnos cuenta que éste se desarrolla con peculiaridades propias, dependiendo de su devenir histórico. No es cierto que la superestructura capitalista es igual en todo el mundo y por lo tanto, si se da una transformación en la estructura económica de un modo de producción a otro, habrá una transformación superestructural no homogénea, permeada de su proceso histórico.

julio 2010-03-26